Semana Santa en Icod de los Vinos
Son las 4,30 de la madrugada, de todos sitios comienzan a llegar hermanos que experimentan escalofríos y no saben distinguir si es por el frío o por el nerviosismo; la matraca lleva sonando a lo largo de la noche en intervalos de media hora, pero ya lo hace sin parar. El silencio de la noche solo es interrumpido por juguetones mirlos que buscan comida y el ambiente huele a una mezcla de incienso y poleo.
A las 4,55 se rompe el silencio en la parroquial de San Marcos y la calidez que se ha creado toda la noche en las diversas "Horas Santas" da paso al aire frío que se abre paso a través del Cancel de Poniente; los hermanos del Nazareno mantienen su hacha y formados en el pasillo central del templo esperan las palabras del Párroco el cual introduce al resto de fieles en el ambiente de recogimiento y reflexión que caracteriza el vía crucis que está a punto de comenzar.
La Cruz de Guía se abre paso entre la multitud y lleva a los hermanos hacia la puerta, la bandera de la hermandad es izada y el llamador suena por primera vez en la noche.
Son las 5 de la mañana y el Nazareno asoma por el Cancel de poniente, una vez lo abandone, este, quedará cerrado nuevamente hasta el año siguiente.
El paso es lento, marcado por el toqueteo de las horquillas de los cargadores y las estaciones del via crucis se suceden por todo el recorrido de la zona del barrio de las Angustias.
Comienza un largo ascenso hacia la Plaza de la Pila, las imágenes de Nstra. Sra. del Mayor Dolor acompañada de su cofradía, San Juán y la Magdalena ya han salido del templo parroquial por la puerta principal.
La imagen del Nazareno sube pendiente arriba rozando las raices del Milenario Drago, mientras el bullicio de niños, padres, abuelos, se hace palpable sobre el rezo, que enmudece en la Plaza de la Pila al ver llegar la imagen de Nuestro Señor.
Es San Juán el que corre y se encuentra a Jesús con la cruz camino al calvario, da media vuelta y corre en busca de Mª Magdalena y se dan prisa en ir donde se encuentra su Maestro, tras una reverencia de las dos imágenes ante el paso del Nazareno, San Juán, no dando crédito de lo que ve, vuelve a correr calle atrás en busca de María que haciendo el dolor de su hijo suyo, también se apura en recorrer por la empedrada calle el tramo la distancia que le separa de Jesús. Se produce el Encuentro, María y Juán reverencian ante Jesús, solo los chorros de la pila y los mirlos ponen banda sonora al momento.
Los cuatro pasos de la comitiva siguen su recorrido por la zona alta del casco histórico de la Ciudad del Drago. Se suceden las estaciones y las horas pasan, el día empieza a romper el olor a poleo se hace cada vez más intenso, las imágenes encaran desde la Asomada la plaza del Ayuntamiento donde otra gran muchedumbre espera la llegada del cortejo procesional.
A la llegada de la imagen del Nazareno a dicha plaza, como salida de la nada, aparece un pequeño trono con la imagen de la Verónica que se cruza ante Jesús escenificando así el segundo Encuentro.
La luz del día ilumina las imágenes, la presencia de niños es mayor y el cortejo recorre la zona baja del municipio encarando la Plaza del Calvario donde concluye sobre las 8,30 media hora arriba, media hora abajo la procesión. En este lugar las imágenes hacen una estación donde se escucha por la megafonía un Sermón, el cansancio es latente y nuevamente los cargadores de los diversos tronos son llamados, da comienzo así la Procesión del Retorno, ahora sí acompañados por las primeras autoridades del municipio y a los sones de las marchas de la Banda de Música recorriendo las centrales calles de San Agustín y San Sebastian, medulares de la ciudad.
Son las 11 de la mañana y las puertas del templo de San Marcos estan abiertas para recibir a las hermandades con sus respectivos titulares, pero algo ha cambiado desde que se salió a las 5, tres grandes cruces, presiden el altar donde se oficiará a partir de las 5 de la tarde la ceremonia con la lectura de la Pasión de Nuestro Señor.
Una vez las imágenes colocadas en los lugares habilitados para su estancia en el templo, primero los hermanos y luego el resto de fieles hacen largas colas para besar el Lignum Crucis venerado en esta Ciudad dando por finalizado así los actos de la larga Mañana del Viernes Santo.
Argeo Estévez
Fuente : La pasion digital
Son las 4,30 de la madrugada, de todos sitios comienzan a llegar hermanos que experimentan escalofríos y no saben distinguir si es por el frío o por el nerviosismo; la matraca lleva sonando a lo largo de la noche en intervalos de media hora, pero ya lo hace sin parar. El silencio de la noche solo es interrumpido por juguetones mirlos que buscan comida y el ambiente huele a una mezcla de incienso y poleo.
A las 4,55 se rompe el silencio en la parroquial de San Marcos y la calidez que se ha creado toda la noche en las diversas "Horas Santas" da paso al aire frío que se abre paso a través del Cancel de Poniente; los hermanos del Nazareno mantienen su hacha y formados en el pasillo central del templo esperan las palabras del Párroco el cual introduce al resto de fieles en el ambiente de recogimiento y reflexión que caracteriza el vía crucis que está a punto de comenzar.
La Cruz de Guía se abre paso entre la multitud y lleva a los hermanos hacia la puerta, la bandera de la hermandad es izada y el llamador suena por primera vez en la noche.
Son las 5 de la mañana y el Nazareno asoma por el Cancel de poniente, una vez lo abandone, este, quedará cerrado nuevamente hasta el año siguiente.
El paso es lento, marcado por el toqueteo de las horquillas de los cargadores y las estaciones del via crucis se suceden por todo el recorrido de la zona del barrio de las Angustias.
Comienza un largo ascenso hacia la Plaza de la Pila, las imágenes de Nstra. Sra. del Mayor Dolor acompañada de su cofradía, San Juán y la Magdalena ya han salido del templo parroquial por la puerta principal.
La imagen del Nazareno sube pendiente arriba rozando las raices del Milenario Drago, mientras el bullicio de niños, padres, abuelos, se hace palpable sobre el rezo, que enmudece en la Plaza de la Pila al ver llegar la imagen de Nuestro Señor.
Es San Juán el que corre y se encuentra a Jesús con la cruz camino al calvario, da media vuelta y corre en busca de Mª Magdalena y se dan prisa en ir donde se encuentra su Maestro, tras una reverencia de las dos imágenes ante el paso del Nazareno, San Juán, no dando crédito de lo que ve, vuelve a correr calle atrás en busca de María que haciendo el dolor de su hijo suyo, también se apura en recorrer por la empedrada calle el tramo la distancia que le separa de Jesús. Se produce el Encuentro, María y Juán reverencian ante Jesús, solo los chorros de la pila y los mirlos ponen banda sonora al momento.
Los cuatro pasos de la comitiva siguen su recorrido por la zona alta del casco histórico de la Ciudad del Drago. Se suceden las estaciones y las horas pasan, el día empieza a romper el olor a poleo se hace cada vez más intenso, las imágenes encaran desde la Asomada la plaza del Ayuntamiento donde otra gran muchedumbre espera la llegada del cortejo procesional.
A la llegada de la imagen del Nazareno a dicha plaza, como salida de la nada, aparece un pequeño trono con la imagen de la Verónica que se cruza ante Jesús escenificando así el segundo Encuentro.
La luz del día ilumina las imágenes, la presencia de niños es mayor y el cortejo recorre la zona baja del municipio encarando la Plaza del Calvario donde concluye sobre las 8,30 media hora arriba, media hora abajo la procesión. En este lugar las imágenes hacen una estación donde se escucha por la megafonía un Sermón, el cansancio es latente y nuevamente los cargadores de los diversos tronos son llamados, da comienzo así la Procesión del Retorno, ahora sí acompañados por las primeras autoridades del municipio y a los sones de las marchas de la Banda de Música recorriendo las centrales calles de San Agustín y San Sebastian, medulares de la ciudad.
Son las 11 de la mañana y las puertas del templo de San Marcos estan abiertas para recibir a las hermandades con sus respectivos titulares, pero algo ha cambiado desde que se salió a las 5, tres grandes cruces, presiden el altar donde se oficiará a partir de las 5 de la tarde la ceremonia con la lectura de la Pasión de Nuestro Señor.
Una vez las imágenes colocadas en los lugares habilitados para su estancia en el templo, primero los hermanos y luego el resto de fieles hacen largas colas para besar el Lignum Crucis venerado en esta Ciudad dando por finalizado así los actos de la larga Mañana del Viernes Santo.
Argeo Estévez
Fuente : La pasion digital